Ayer domingo, dos eventos estuvieron en
primera plana de las noticias en Francia: la etapa final del Tour de France, con su tradicional
llegada a los Campos Elíseos, y el discurso del presidente frente a la placa conmemorativa
de la redada del Vél d’Hiv, un suceso que calificó como “un crimen cometido en
Francia por Francia”. Con esta declaración, Hollande sigue los pasos de Chirac,
que había sido el primer presidente en reconocer la responsabilidad del Estado
en el arresto, en julio de 1942, de más
de 13000 judíos, que fueron agrupados en el velódromo de invierno de París
durante varios días, antes de ser enviados a Auschwitz. Hay quienes argumentan
que el verdadero gobierno de Francia en aquella época era el de la resistencia,
exiliado en Londres, y no el de Vichy, que ordenó esta redada. Pero lo cierto
es que, como recalcó el presidente, fue la policía francesa quien llevó a cabo
esta operación, sin que participara ningún alemán. La colaboración con el
régimen Nazi es un capítulo oscuro de la historia del país, pero Hollande ha
hecho bien en recordar este hecho, por más doloroso o vergonzoso que sea, y en
insistir en la importancia de que se enseñe en las clases de historia. Por lo
visto, por ahora ese no es el caso, pues según una encuesta realizada
recientemente, 42% de los franceses entrevistados no sabían lo que era la
redada del Vél d’Hiv. Ojalá que se dé a conocer, y que a través del conocimiento de
los horrores de la historia, cambien las mentalidades de aquellos que, setenta
años más tarde, cometen aún actos antisemitas en este país.
lundi 23 juillet 2012
mercredi 4 juillet 2012
Orgullosa de Francia
El
sábado pasado se celebró en París la « Marche des Fiertés », mejor
conocida en la lengua de Shakespeare como la Gay Pride. Este desfile, que siempre se ha
distinguido por su colorido, sus disfraces y su sentido del humor, pero también
por sus reivindicaciones, tuvo este año un ambiente más festivo que de
costumbre. El día anterior, el primer ministro había anunciado que próximamente
el gobierno autorizaría el matrimonio entre homosexuales y les permitiría
adoptar. Algunas de las personas entrevistadas durante la actividad se
mostraron algo escépticas ante esta declaración, y es natural; después de tanto
reclamar la igualdad de derechos, a algunos se les hace difícil creer que una
medida como ésta esté a la vuelta de la esquina. Pero ayer, durante su discurso
ante el Parlamento, el primer ministro volvió a mencionar el tema, precisando
que las parejas homosexuales podrán casarse y convertirse en padres adoptivos a
partir del primer semestre de 2013.
Hay que
regocijarse de que Francia se dé cuenta por fin que el principio de igualdad
que forma parte del lema de la república, se aplica también a las personas del
mismo sexo que quieren unirse a través del matrimonio y fundar una familia. Ojalá
que las mentalidades de aquellos que a estas alturas siguen oponiéndose a
ello no tarden en evolucionar.
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