Ayer domingo, dos eventos estuvieron en
primera plana de las noticias en Francia: la etapa final del Tour de France, con su tradicional
llegada a los Campos Elíseos, y el discurso del presidente frente a la placa conmemorativa
de la redada del Vél d’Hiv, un suceso que calificó como “un crimen cometido en
Francia por Francia”. Con esta declaración, Hollande sigue los pasos de Chirac,
que había sido el primer presidente en reconocer la responsabilidad del Estado
en el arresto, en julio de 1942, de más
de 13000 judíos, que fueron agrupados en el velódromo de invierno de París
durante varios días, antes de ser enviados a Auschwitz. Hay quienes argumentan
que el verdadero gobierno de Francia en aquella época era el de la resistencia,
exiliado en Londres, y no el de Vichy, que ordenó esta redada. Pero lo cierto
es que, como recalcó el presidente, fue la policía francesa quien llevó a cabo
esta operación, sin que participara ningún alemán. La colaboración con el
régimen Nazi es un capítulo oscuro de la historia del país, pero Hollande ha
hecho bien en recordar este hecho, por más doloroso o vergonzoso que sea, y en
insistir en la importancia de que se enseñe en las clases de historia. Por lo
visto, por ahora ese no es el caso, pues según una encuesta realizada
recientemente, 42% de los franceses entrevistados no sabían lo que era la
redada del Vél d’Hiv. Ojalá que se dé a conocer, y que a través del conocimiento de
los horrores de la historia, cambien las mentalidades de aquellos que, setenta
años más tarde, cometen aún actos antisemitas en este país.
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