dimanche 17 juin 2012

Francia está de luto


Ayer falleció Thierry Roland, y es imposible vivir en Francia y no haberse enterado. En la radio, la televisión, la prensa escrita  se le rindió homenaje de mil maneras: citando sus frases célebres, recordando su trayectoria, pidiéndole a sus amigos que contaran anécdotas y entrevistando a algunas personas en la calle para que compartieran su sentir. Ni me atrevo a adivinar cuántas veces su nombre debe haber sido mencionado en las redes sociales. Y hasta el presidente Hollande sacó un comunicado de prensa en el que lamenta su muerte y le da el pésame a su familia.


Antes de que los lectores que viven fuera de Francia abran una página de Google para mirar quién era el famoso Thierry Roland, se los voy a decir: era nada más y nada menos que un periodista deportivo. Fue la voz del fútbol en este país, pues empezó muy joven y durante cincuenta años comentó 1300 partidos. Acompañó a los fanáticos franceses en las victorias y las derrotas durante 13 Mundiales y 9 Eurocopas. Por eso, entiendo que sea una figura particularmente apreciada en el mundo del deporte. Sin embargo, al mismo tiempo, confieso que me sorprendió bastante la cobertura mediática que se le ha dado a su muerte. Si bien es cierto que ayer, siendo víspera de elecciones legislativas, los medios de  comunicación tenían prohibido hablar de política, y que esto puede haber contribuído a que se hablara más del tema que si hubiera ocurrido en otro momento, el hecho de que el fallecimiento de un comentarista deportivo se convirtiera en la noticia principal del día me pareció una exageración. ¡Cualquiera diría que se trataba de un prócer! Con la idealización que suele traer la muerte, son pocos los que se han atrevido a mencionar que Thierry Roland se distinguía también por expresiones que podrían ser interpretadas como misóginas o racistas. Pero, aunque no sea exactamente un hombre ejemplar, los franceses lo recordarán como un tipo simpaticón, que compartió con ellos la emoción del fútbol durante muchos años. Indudablemente, esto es también una muestra del lugar prominente que ocupa el deporte en la sociedad francesa.

1 commentaire:

  1. Ocurre que el fanatismo -- incluido el deportivo -- obnubila el entendimiento,lo cual lleva a manifestaciones desgraciadas, como las que se producen estos días en el balompié, y a que se pase por alto cosas como la que señalas. El deporte, que debería ser algo positivo, termina siendo un elemento disociador.

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